El artista portorriqueño de reggaeton cantó todos sus éxitos en Buenos Aires.
Relato de una noche a puro ritmo donde la famosa Modelo
Caro Baldini y su hijo mayor demostraron que son unos grandes bailarines del género.
Don Omar visitó nuevamente la Argentina y brindó un show cargado de adrenalina en el Estadio Obras.
Uno de los mayores exponentes del reggaeton brindó un show de una hora y media antes sus seguidores que se congregaron en la noche del domingo 16 de octubre. Entre ellos, en el VIP de prensa se la vio a Carolina Baldini que llegó acompañada de sus tres hijos y un amigo.
La modelo Caro Baldini bailó desde la antesala de espera de la salida de Don Omar hasta los últimos temas. Caro contoneó su bella figura y bailó cada hit del llamado Rey del reggaeton. Pero quien demostró ser un gran bailarín fue su hijo mayor y goleador de las inferiores de River Plate, Giovanni Simeone. A los 15 años, se muestra cada día más atractivo.
En cuanto al moreno intérprete, abrió la noche con Salio el sol y Diva virtual, dos de sus canciones más conocidas y bailadas en todo el mundo. A su lado, una decena de bailarines desplegó piruetas al por mayor para delirio de la gente.
En la noche, también sonaron temas como RX Tu quieres, Dutty Love (que fue interpretada junto la bella y delgadísima Natt Natasha), El doctorado, Bandolero y Hasta abajo.
Entre canción y canción, Don Omar dio mensajes a su público. Algo de religión, mucho de “vivir la vida” porque pasa rápido y otras palabras para desmentir versiones acerca de su persona. Lo mejor, claro está es su música y es la que hace bailar a miles de personas.
El final, fue a puro hit con Danza kuduro, Lambada y 1-2-3-4 marchando. Muchos gritos y aplausos para el autoproclamado Rey, que se fue con un frío saludo a su público que lo halagó durante todo el recital. De pronto, las luces se prendieron y anunciaron el THE END para que cada uno volviera a su casa cantando “las manos arriba, cintura sola, da media vuelta... danza kuduro”. Mucho ritmo, porque no se puede negar que hizo bailar y saltar a todos, pero faltó más afecto a quienes lo siguen desde hace años.
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